REFLEJO DE LA OBRA BIEN HECHA (O. B. H.)
La obra bien hecha no es más que hacer bien el trabajo o labor a la que cada persona se dedica diariamente.
Toda persona realiza actividades de diversa índole desde que se levanta hasta que se acuesta. No se puede negar, que cada día está lleno de experiencias, como a las que cada uno se dedica por simple afición o por entera obligación como lo son los trabajos y los compromisos familiares.
Muy probablemente no es necesario dedicarse a estudios universitarios para entender que las cosas y las acciones deben realizarse lo mejor posible, porque entran en juego conceptos muy claros como la responsabilidad de cada persona ante los hechos reales producto de sus acciones; también el prestigio personal o institucional que significa actuar en diversos ambientes de la vida; la obligación que se tiene en función de cumplimiento de atribuciones por lo que se recibe algún pago o remuneración.
Lo cierto es, que sin detenerse en alguno de los conceptos antes mencionados, y pueden haber otros que ahora no se anotan, lo importante es tener conciencia y plena convicción de que las cosas hay que hacerlas bien hechas. Y esto, no es solamente por conveniencia propia, sino por el bien y buen servicio que hay que realizar para los demás.
Si se hace una encuesta de qué espera cada persona de los demás no hay duda que responderán: “lo mejor”.
Y por lo anterior, vale la pena situarse por unos momentos en el papel de padres de familia y pensar qué se espera de la acción de un maestro hacia los hijos propios.
¿ Verdad que las respuestas aunque sean varias y en gran cantidad . . . se resumen en dos palabras ? Esas palabras mágicas son “LO MEJOR”
En conclusión, siempre hay que hacer LA OBRA BIEN HECHA (O.B.H) reflejado en la responsabilidad, imagen, compromiso contraído y el servicio que a los demás se debe brindar. Y en el caso de ser maestro lo dicho es categórico.
Todo dará como resultado una gran satisfacción personal y una actitud personal positiva.
Ramiro Barrientos Silva 09-0121.
La obra bien hecha no es más que hacer bien el trabajo o labor a la que cada persona se dedica diariamente.
Toda persona realiza actividades de diversa índole desde que se levanta hasta que se acuesta. No se puede negar, que cada día está lleno de experiencias, como a las que cada uno se dedica por simple afición o por entera obligación como lo son los trabajos y los compromisos familiares.
Muy probablemente no es necesario dedicarse a estudios universitarios para entender que las cosas y las acciones deben realizarse lo mejor posible, porque entran en juego conceptos muy claros como la responsabilidad de cada persona ante los hechos reales producto de sus acciones; también el prestigio personal o institucional que significa actuar en diversos ambientes de la vida; la obligación que se tiene en función de cumplimiento de atribuciones por lo que se recibe algún pago o remuneración.
Lo cierto es, que sin detenerse en alguno de los conceptos antes mencionados, y pueden haber otros que ahora no se anotan, lo importante es tener conciencia y plena convicción de que las cosas hay que hacerlas bien hechas. Y esto, no es solamente por conveniencia propia, sino por el bien y buen servicio que hay que realizar para los demás.
Si se hace una encuesta de qué espera cada persona de los demás no hay duda que responderán: “lo mejor”.
Y por lo anterior, vale la pena situarse por unos momentos en el papel de padres de familia y pensar qué se espera de la acción de un maestro hacia los hijos propios.
¿ Verdad que las respuestas aunque sean varias y en gran cantidad . . . se resumen en dos palabras ? Esas palabras mágicas son “LO MEJOR”
En conclusión, siempre hay que hacer LA OBRA BIEN HECHA (O.B.H) reflejado en la responsabilidad, imagen, compromiso contraído y el servicio que a los demás se debe brindar. Y en el caso de ser maestro lo dicho es categórico.
Todo dará como resultado una gran satisfacción personal y una actitud personal positiva.
Ramiro Barrientos Silva 09-0121.